domingo, 22 de julio de 2012

Culpa



Título:
 Culpa
Resumen: No fue culpa de Tomoe todo lo que sucedió. O quizás sí...
Categoría: General.
Nota: Tomoe-centric.


No fue culpa de Tomoe Yukishiro todo lo que sucedió.

No fue su culpa haber sido parca, ella era simplemente así: seria y serena.
(O quizás sí, podría haber intentado aunque sea demostrar mínimamente sus emociones.)

Ni fue su culpa que Kiyosato haya querido marchar para ser una gran guerrero y así honrarla a ella y a su familia.
(O quizás sí, podría haberlo detenido, haberle dicho que ella no necesitaba de eso, que ella ya se encontraba feliz.)

Aun menos fue su culpa que Kiyosato haya sido asesinado, y que la hayan dejado desolada y con un sentimiento de venganza.
(O quizás sí, realmente podría haber siquiera pedido que no se vaya, o haber menguado ese sentimiento cuidando de su familia.)

Tampoco fue su culpa que el despiadado Battousai no haya querido asesinarla.
(O quizás sí, podría no haberle confundido con sus palabras.)
 (“En los libros siempre se hablan de lluvias de sangre. Pero tú… realmente hiciste que lloviera.”)

No fue su culpa que Battousai haya desconfiado de su presencia pero finalmente la aceptara.
(O quizás sí, podría no haber sido tan resguardada y haber dejado mínimas huellas de su propósito.)

No fue su culpa tampoco que el jefe Katsura haya ordenado a Battousai que se esconda y finja ser una pareja con ella.
(O quizás sí, podría haberse negado.)

Ni fue su culpa que durante aquella convivencia, Battousai —no; Battousai, no. Himura— se mostrara como el chiquillo dañado e idealista que realmente era.
(O quizás sí, podría no haberle hecho sentir cómodo ni ofrecerle tranquilidad.)

Tampoco fue su culpa enamorarse de Himura.
(O quizás sí, podría no habérselo permitido o haber huido o haber hecho oídos sordos a sus palabras provocativas ni haberle respondido con su primera sonrisa de felicidad sincera.)
(“La felicidad que perdiste por este caos, esta vez la protegeré para ti, Tomoe.”)

No fue su culpa que su hermanito Enishi la haya encontrado y haya visto que no cumplía con su deber.
(O quizás sí, podría haber acunado a su hermano como cuando era un bebé y explicarle que todo estaba bien.)

Aun menos fue su culpa haber fallado como espía.
(O quizás sí, podría no haberse enamorado de Himura.)

Y no fue su culpa que Himura vagara como alma de carne y hueso en pena, y que su hermano hirviera en deseo de venganza…
(O quizás sí…)


No, no fue su culpa. (¿O sí?) No, no lo fue. No, no y ¡no!


(O quizás sí, y por eso no abandona este mundo.
Quizás se siente responsable por no haber detenido a Kiyosato, por no haber cuidado de Enishi y por no haber sido “la vaina de Himura” que Katsura le había pedido. Quizás por eso se presenta con su esencia a cerezos blancos, quizás por eso sufre mudamente por Enishi y se descorazona por Himura. Quizás por eso aún no parte y encuentra en el más allá el alma honorable de Kiyosato.)

No.

Que (no) fue su culpa. (Pero) ella podría haber hecho algo.

  

Y lo que no logró en vida, espera conseguirlo como ser etéreo.
(Y así, quizás, se libere de gran parte de la culpa que, fuera o no suya, la persigue.)


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