Resumen: Misha era ese Misha del que él estaba conforme de ser. Y había gente que no entendía.
Categoría: General
Advertencia: RPF.
Nota: ¡Para el Mes de Misha, de la comunidad Misha Collins de LJ! Mi humilde aporte~
Ahora era más común que las personas lo
detengan y lo reconozcan en la calle. Algunos lo felicitaban, otros lo
halagaba, otros le pedían fotos y autógrafos, otros le preguntaban en dónde
trabajaría y qué sucedería, y había otros que no entendían.
—¿Has pensado en volver a la política? —le
preguntó una mujer con la que se cruzó cuando estaba paseando por el Downtown
de Los Ángeles. Inmediatamente supo que la mujer no lo conocía realmente y que,
peor aún, no lo entendía.
Es más, la mirada insistente e indagadora
de la mujer le decía que realmente no lo entendía en absoluto.
No entendía la emoción y la adrenalina que
lo recorría cuando recibía un nuevo papel; a ver quién iba ahora a ser, sin
dejar de ser Misha. Y aunque debía contener al Misha que deseaba y pujaba por
salir, tenía la presión y se enfrentaba al desafío de no hacerlo.
No entendía el cosquilleo que recorría su
cuerpo cuando se suponía que debería hablarle a otro personaje, pero lo hacía
solo a una cámara y, al mismo tiempo, a todos.
No entendía lo que era volverse parte de
una elenco: convivir, trabajar y reír con ellos sin tener que estar preocupado
todo el tiempo de que alguien —por el simple hecho de querer escalar más alto
en la jerarquía o ganar más dinero— te fuera a clavar un puñal en la espalda.
Metafóricamente hablando, claro. Porque a él lo habían herido con puñales y
balas cientos de veces —y había muerto otras tantas— y sin embargo seguía allí,
vivo.
—No, no creo hacerlo —le contestó a la
mujer, de la manera más amable que pudo.
No entendía lo complicado que era tener que
mirar a Jesen con cariño y aprecio, pero sin alterar su expresión de póquer y
menos aún contagiarse de la risa de Jared quien, cuando estaba fuera de escena,
no la disimulaba en lo absoluto. No entendía tampoco lo gratificante que luego
se sentía haberlo logrado.
—¿Y si te ofrecieran ser senador? —le
preguntó entonces la mujer.
«¿Para qué?», quiso cuestionarle. ¿Para ser
una sola persona eternamente y que encima exista la mínima posibilidad de que
ese Misha —el Misha con el que se sentía completamente conforme de ser— se
desvirtuara? «No, gracias.» Ya había sido hijo de un mercenario, loco, músico, instructor
de yoga, ángel... prefería esperar a que le ofrecieran la oportunidad de ser
congresista por unos días.
—Aun así, no creo —volvió a negarse y notó
que la mujer nuevamente no entendía. Su mirada transparentaba su confusión y su
ligera frustración; quizás, por no entender el porqué.
Él —Misha, solo Misha por el momento— no quiso ser descortés y se abstuvo de
suspirar. Supuso que habría mucha gente que no entendería. No obstante, estaba
bien. Lo importante era que él sí entendía y que, mejor aún, lo disfrutaba.
creo que es la primera vez que leo un drabble enfocado desde este punto de vista y ha sido genial.
ResponderEliminarMe encanta cómo has captado la esencia de Misha porque es así y la palabra "desvirtuar" no podía haberlo expresado mejor porque sería realmente así.
mil gracias por compartirlo!
Qué alegría volver de unos días bastante complicados y encontrar que te has animado a participar en el mes de nuestro Misha, y además con un drabble enfocado de un modo tan original.
ResponderEliminarAprovecho para dejarte un gran abrazo ¡te extrañado mucho! <3
Un beso enorme~